¿Alguna vez tuviste uno o varios blogs personales? Yo sí. Recuerdo que era el año 2006, estaba iniciando mi 7mo semestre en la UCAB donde estudiaba comunicación social y acababa de realizar una pasantía en Universia cuando formaba parte del Banco de Venezuela, Grupo Santander. Ahí conocí a un chico con quien tuve una relación de casi 5 años (pero eso es otra historia y no la voy a contar acá) y, como era estudiante de informática, me propuso crearme un blog (en WordPress, además).

La razón era porque él consideraba que como yo estudiaba periodismo, era buena idea tener un blog y compartir cosas. En ese entonces nadie hablaba de Facebook, Twitter y apenas se sabía algo de YouTube. ¡Mucho menos nos imaginábamos Instagram! Los blogs eran la cuestión del momento si querías tener presencia digital. ¡Y vaya que sí quería!

Así fue como nació mi primer blog llamado “Lettres d’une jeune femme” que en francés significaba “Palabras de una joven chica”. Estaba fiebrúa con el francés porque estaba estudiándolo en la USB. Más adelante lo cambié por “Las Palabras de mis Pensamientos”.

Debo decir que mi blog era un éxito. La gente comentaba, participaba, y en un período de dos años recuerdo que tenía 300 comentarios publicados por gente que llegaba de forma orgánica. ¡Y esto sin pensar en SEO ni en compartir nada por redes sociales porque no tenía! Yo estaba muy entusiasmada y compartía cualquier cosa que se me ocurría y sobre lo que tenía ganas de opinar, incluidas fotos y alguna otra cosa personal.

Así eran los blogs de los 2000. Espacios para compartir, como un pre-Twitter, diría yo. Lastimosamente mi blog fue eliminado de un día para otro por esta ex-pareja cuando la relación finalizó en 2011 y más nunca me propuse crear otro blog de forma tan dedicada como ese. Sin embargo, habían pasado cinco años y ya el mundo era otro.

El surgimiento de los blogs corporativos

Justo ese año entré al equipo de marketing de Open English en el momento en que realmente comenzaron a expandirse de forma internacional. Fue cuando abrieron en Brasil y tuvieron que idearse un Wachu brasilero. Allí es donde comencé a participar en el blog de la empresa y cuando, en 2012 decidí crear mi próximo proyecto de blog: Pole Dance Venezuela.

Inició como la unión de dos pasiones del momento: la escritura digital y el pole dance que practicaba ya desde el 2010. Mi idea era crear un espacio donde compartir noticias, información y tips sobre este deporte en el país (que estaba apenas surgiendo) y tener un directorio de academias del país.

Fue otro éxito, evolucionando con el tiempo en un punto de referencia a través del cual pude organizar eventos como el Día Nacional del Pole Urbano y dos competencias. Claramente aquí ya tenía redes sociales, destacando YouTube, Twitter, Facebook e Instagram.

Sin querer había comenzado a incursionar en el arte del copywriting creando contenido de interés, útil y relevante para mi audiencia: pole dancers de Venezuela. Ya los blogs no eran una bitácora, eso ya se había trasladado a las redes sociales. Los blogs ahora eran un lugar donde buscar información, donde hablar de una marca o donde comenzar a hacer SEO.

Blogs y el SEO

En Pole Dance Venezuela nunca jamás hice una estrategia SEO. No la necesitaba, creando contenido de interés de forma regular logré posicionarme en el primer lugar de los resultados de Google en Venezuela con la palabra “pole dance”.

Sin embargo, fue aproximadamente en 2013 en donde conocí el SEO y las estrategias de marketing de contenido que se requieren para que esto sea posible a través de un blog y mediante el uso de palabras clave. Mi primera experiencia fue como socia de la empresa Cleteci y mi primer cliente TuOdontóloga.com.

Esos primeros posts eran que si de 250 palabras y la estrategia era repetir cuatro veces y colocar en negritas la palabra clave. Una por post. Luego hice lo mismo para Seguros Pirámide en donde además realicé el rediseño del sitio web (sí, yo hice los bocetos y lideré el proyecto). El blog tuvo éxito y logramos posicionar a la página en el primer puesto de Google con “asesor de seguros”. ¿Cómo? Con contenido relevante para el target y posteando de forma constante. Los posts no tenían más de 400 palabras.

Hoy veo que eliminaron el blog (tontos, si me preguntan a mí, pero recuerdo que la directiva era un poco retrógrada así que puedo imaginarme que aún no entienden el beneficio de esta herramienta).

Por eso, a pesar de que hoy trato de hacer posts más largos, para mi lo que me ha funcionado no es de hacer contenido largo sino ÚTIL y RELEVANTE para la audiencia.

En este post, sin querer, terminé contando la evolución de los blogs desde mi experiencia e historia profesional. Pero, si hacía un post más sobre “tips de copywriting”, sé que me quedaré en el montón. La mejor manera de ser original es hablar desde uno mismo. Punto. Y créeme que es más fácil llegar a las 1500 palabras ya que tu propia experiencia saldrá solita de tu mente, a través de tus dedos en el teclado y en la pantalla de la computadora.

Hoy en día es impensable no tener un blog como parte de una estrategia de Posicionamiento SEO en donde optimizas el contenido con palabras clave de forma regular, con llamados a la acción, con contenido de utilidad, embudo de ventas y todo ello. ¡Y pensar que todo esto en menos de 2 décadas!

¿Cuál será el futuro de los blogs en los años por venir?

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